A mi amiga Carina C. G.
Que la vida te sonría,
más de lo que tú le sonríes.
Mirad a esta mujer sonriente,
desbordante de simpatía,
mujer que todo mortal pretende.
y tenerla toda su vida desearía.
Fémina que por donde se encamina
es mujer fatal en cada paso
y una niña en cada abrazo.
No vives,
sin haber vivido un momento a su lado.
No sabes,
valorar una caricia, si no te ha acariciado.
Su abrazo levanta el alma,
te llena de calma y te fortalece.
Y en momentos sin esperanza,
con su sonrisa te la devuelve.
Agradezco haber cruzado su camino,
haber disfrutado de su amistad
y que hoy me llame su amigo.
Me rindo ante ti en este día,
día en que dedico esta poesía,
a la dulce mujer que camina
y responde al nombre de Carina.
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