12 septiembre 2009

Visita fugaz

Hoy al compás de mi silencio
veo en mi locura despertar tu recuerdo.
En ansiedad confundida estaba mi mirada,
por ver tus brillantes ojos nocturnos.

El sueño no pudo aplacar la curiosidad
de divisarte extendida, casi inerte,
bajo esa inmensa Luna fluorescente
resguardada por dóciles estrellas.

Mi amor sigue siendo tan cálido,
y tu bienvenido beso viajero
sigue frío como el sórdido viento
que mis mejillas ha golpeado.

He vuelto tras varios años a tu regazo
y el sol sonríe con descaro en este tiempo
al quemar la dura piel de tu inquilino.

He de regresar a verte solloza,
inundando el cauce de los ríos
y en tu furia, sentir el golpe
de tus lágrimas congeladas.