03 octubre 2007

Mi primera experiencia, mi primer plan, mi primer día de trabajo


En una institución educativa se desarrolla diariamente una rutina bastante dinámica. Es un mundo diminuto, vivo, donde se siente movimiento y se oyen voces. Los alumnos trabajan; algunos solos como para descubrir habilidades, limitaciones y preferencias y otros junto a otros compañeros con sus mismos intereses y ritmo de trabajo.

El horario de entrada es a las 7 de la mañana. A partir de esa hora realizan actividades como para despejar su mente durante 15 minutos, se toma lista, nos saludamos, recordamos el calendario que los ayuda a que aprendan el día, la fecha en que estamos trabajando.

A las 7:15 cada uno escoge material de trabajo. En nuestra institución – por razones institucionales reservo el nombre - el ambiente esta dividido en 3 áreas fundamentales: Oratoria y Cultura; Matemáticas y vida práctica y Letras.

En oratoria y cultura el alumno muestra su habilidad para crear e imaginar. Esto ayuda al desarrollo de la psicomotricidad, pre-escritura, concentración y maduración. Siempre tenemos muy presente que la cultura es la base del futuro ciudadano.

En matemáticas y vida práctica hemos diseñado ejercicios para enseñar al alumno a actuar en su propio medio. En matemáticas es importante el aprendizaje de las bases aritméticas, para eso se tiene una extensa variedad de materiales que permiten al alumno familiarizarse con los números inmediatamente.

En letras se busca el desarrollo integral del proceso de lectura y escritura. El lenguaje es el medio por el cual el alumno comprende y conoce.

El punto de unión entre el material y el alumno es el guía quien entrega el material de acuerdo al interés y necesidades de cada alumno y continua como un observador. El maestro (guía) permanece silencioso y pasivo en una paciente expectativa, casi reprimiéndose para anular su propia personalidad, a fin de que el espíritu del alumno pueda expansionarse libremente.

Los alumnos toman un refrigerio a las 10:15 y luego salen a recreo por un espacio de 30 minutos durante los cuales el guía observa su habilidad para distraerse libremente en el patio. Antes de finalizar el día de trabajo el guía les cuenta un cuento, se discute en clase y luego se preparan para regresar a casa.

Nuestro lema es que “cuando los alumnos encuentran aceptación es otra manera de aprender y los que son muy amados darán amor en retorno” y siempre tenemos presente que: El alumno que vive con gentileza, tocará manos gentiles; el que es comprendido, llega a ser alguien que comprende; el que vive con paciencia, aprende a esperar por las cosas; el que es enseñado a sonreírle a la vida, es aquel que sonríe y canta.

Rosario.