tus ojos sostienen una dulce mirada,
que endulza cada amarga tristeza.
Ahí, en ese momento,
tu pelo se acaricia con el viento
y se despliega hacia el infinito.
Ahí, bajo ese contexto,
tus palabras diluyen el tiempo
y mi tiempo se entrega para ti.
Ahí, al llegar la despedida,
tu abrazo me destierra del mundo
y tu beso es mi aliento de vida.
Ahí descubrí que no sólo me gustas,
sino también que te quiero.
A mi amiga Marielita con ese gran cariño que le he mostrado siempre.
carambas...el manolo esta templaooo
ResponderBorrargracias mi querido amigo por el poema....esta lindo!!!
ResponderBorraryo también te quiero mucho....eres un gran, pero gran amigo =)