08 junio 2009

Mentira concedida

Ingenuo muchacho,
te perdiste en sus ojos, en su locura,
tu corazón perdonó sus pecados
y creiste en la dichosa oportunidad.

Ella solía sonreír y acariciaba un futuro.
Dibujo en su voz la simple esperanza
de anhelar ser la flor del pantano
y convertirse en un jardín prohibido.

Y tú cual buscador de tesoros,
diurno soñador decepcionado,…
la colocaste como extinta heroína
de aquel mundo ficticio tuyo.

Pero al tercer día de tu resurrección,
descubriste el veneno y la herida
que expande una mentira
en este mundo llamado realidad.

3 comentarios:

  1. Para ser sincero amigo, es uno de los mejores poemas que he leído.
    LO bueno es que no hay rima...
    De todos los que me enviaste amigo...me quedo con este...

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  2. Anónimo1:40 p.m.

    Para mi, es tu poesía mejor lograda, se ve que sigues en la misma vaina de enamorarte de quién no debes...

    Gerardo Toledo:
    www.versoyprosa.blogspot.com

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  3. Gracias colegas, es bueno saber que aún la poesía sigue siendo parte de su lectura y apreciación personal.

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