11 agosto 2012

La última carta de amor

Estimada y queridísima, AMIGA

Te imagino despertar con un pequeño bostezo, el pelo alborotado, los ojitos semidormidos y una dulce sonrisa. Conforme avanzan las horas dibujo tu día en mi pensamiento y te veo totalmente ajetreada, en momentos renegando, siempre creativa e inteligente, eventualmente sonriente e incansable. Al terminar el día bajo las sombras, imagino la luz de tu sonrisa y el brillo de tus ojos ser los guías en el camino hacia un dulce sueño.

Mientras yo, despierto con la ilusión de verte, de abrazarte, de compartir y disfrutar lo que lograste, haces y anhelas lograr. Y al caer El Sol bajo tus ojos, descanso bajo La Luna con la esperanza de que un día mi abrazo te proteja del frio de la noche.

Cada día, con cada latido, mi corazón extiende por todo mi cuerpo el enorme cariño que te tengo. Estoy inundado de amor, de sueños, de esperanzas y mi pensamiento navega contigo hasta los confines que descubro en tu mirada.

No solo has avivado mi cuerpo, también reanimaste la esencia de quién creía en un momento perdido bajo las oscura sombra del olvido.

Son pocos los días contigo y muchos sin ti. Pero cada momento a tu lado es una vivencia indescriptible, intensa y placentera. Es el tiempo quien nos obliga a una despedida, pero es tu sonrisa, tu mirada y picardía, quien alimenta mi esperanza y las ansias de un nuevo encuentro.

Te quiero, te lo digo hoy y quiero repetírtelo siempre, en todo momento, en cada lugar, bajo cualquier circunstancia… Te quiero, y si eso no basta te quiero mucho, mucho, mucho más….

Siempre con un abrazo y un beso, Javier.

1 comentario:

  1. Anónimo7:15 p.m.

    no hay duda chavo estas templadazo, pero dile a ella ps personalmente...

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