18 noviembre 2009

Grietas de recuerdos


Las mañanas de tu eterna alegría
eran el romántico atardecer
que envuelvía mis ilusiones cada día.

Las salinas y húmedas lágrimas
entregadas a tus dulces besos
secaban las raíces de mi tristeza.

Los días sin saber donde encontrarte
son grietas en mis recuerdos
e instantes de mi vida sin sentido.

El último beso de esa noche
no colmó la sed de mis labios,
que ansiosos esperaron el nuevo día.

Extraño tus mañanas, tus besos, tu alegría,
y los diarios recuerdos de tu amor
en las tristezas marchitas de mi vida.

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